jueves, 17 de noviembre de 2016

VVAA – Twelve string high (You are the Cosmos 2Lp)

El amigo Pedro ha vuelto a hacerlo. Hace un buen puñado de meses me hablaba de esta idea que hoy es toda una realidad, un merecido homenaje a las guitarras de 12 cuerdas  y a su particular sonido  que ha dejado momentos memorables en la historia del rock and roll, un sonido que se asocia automáticamente  a bandas como Beatles, Byrds, Tom Petty REM entre otros . La selección de bandas es más que acertada, todas ellas en activo lo que hace aún mas especial este trabajo puesto que nos da a conocer músicos con propuestas más que interesantes.

El disco lo abre el veterano Erik Voeks con una maravilla que da luz al  día más oscuro con el cristalino sonido de las guitarra dibujando melodías  sobre una preciosa base pop con maravillosa voz que se titula “She loved her jangle pop”, un tema que invita a seguir escuchando para encontrarse con mi buen amigo Joe Algeri  que esta vez junto a The Jangle Band  susurra “Love you too” una canción en mayúsculas que está incluida en el lp que el sello Pretty Oliva ha licenciado por estas tierras a los australianos. Los primeros descubrimientos llegan  de la mano del también australiano  Wade Jackson con “Coming back” y sobre todo con los suecos Stephen Shore y su “Please say” con un sonido de guitarra elegante y adictivo.  The Young Sinclairs que con un buen puñado de discos a sus espaldas hacen entrega de un melancólico “Birthday Card”  para acompañar estos  días de otoño incierto. Cerrando esta primera cara The Junipers con el espíritu de George Harrison  muy presente  en ese “And In my dreams” que aquí incluyen con gran acierto.
Los responsables de abrir la cara 2 son los increíbles The Parsons Red Heads, banda  que me descubrió este mismo sello con un recopilatorio sobresaliente. Aquí reviven  la sensibilidad de Gene Clark en su manera de hacer canciones, “It’s hard for me to say” literalmente me transporta a momentos vividos  con total intensidad y que me hacen respetar y adorar a esta banda con autentica devoción. Dropkick  con “Even when you’re gone” nos traen ecos de los maravillosos Teenage Fanclub. Gracias a este álbum tengo una  primera toma de contacto con los también británicos Kontiki Suite que son la reencarnación de los Byrds con “Here for you now” cargado con diáfanas  guitarras  y voces preciosas. En la misma liga juega The Hanging Stars  con “Ruby Red” que parece sacada del Fifth Dimension con MCGuinn y compañía en pleno vuelo a muchas millas de altura. Cerrando esta segunda cara los canadienses Elvyn entregan una magistral  canción de orfebrería pop  bajo el título “Lotta Lies”.

El segundo vinilo  lo abren los suecos Arvidson & Butterflies unos tipos que han facturado un magistral álbum de power pop este año que está terminando y que aquí dan muestra de su buen hacer con “Tired of running” un disparo de pop con poderío que también inagura su primer lp. El veterano Luther Russell amplía su legado discográfico con la participación en este proyecto  al cual aporta “The look in your eye”  otra joyita en forma de canción que deja claro que casi tres décadas de carrera han dado sus frutos,  aunque para muchos de nosotros  sea un  desconocido al que podremos conocer un poco mejor gracias a un recopilatorio en el que está trabajando Hanky Panky Records. The Dreaming Spires  llevan la magnitud de las doce cuerdas a niveles insospechados en ese “If I didn’t know you”  y desde que empieza a sonar este tema pasan a formar parte de las bandas   sobre la que indagar , The Carousels ya me sorprendieron con su lp para Sugarbush y su 7” para YATC, “Call along the coast” es otro temazo que desprende sensibilidad y que venía incluido en su recomendable único álbum hasta la fecha. De nuevo el amigo Joe Algeri  deja su reconocible buen hacer junto a The Outryders que con “Thanks for nothing” permite que las guitarras brillen con luz propia . Cerrando esta cara mi buen amigo Frank Secich que junto a sus Deadbeat Poets recuperan uno de sus temas más mágicos  “I’ll be standing by” . 

La recta final la inician los australianos The Sensitive Drunks con un pizpireto ejercicio de pop titulado  “There she goes”. Otros viejos amigos que aparecen entre los surcos de este disco son Higher State con otra dosis de Byrds en vena de título “One is not and one is real” dando cabida a la parte más 60’s de disco al que le siguen unos magníficos The Beginner’s Mynd proyecto de  Dan McNabb que al final se ha convertido en banda con dos magníficos  7” en su currículo, “Shadows” es uno de sus primeros temas que solo apareció en una k7 del sello Burger. Otro viejo conocido con el que me encuentro es Paul Mutchler,  fanático del sonido de la 12 cuerdas desde sus inicios junto a The Lears en la década de los 90’s,  “She reappears”  es el tema que aporta  junto a su actual banda The Belltowers . La única contribución nacional llega de la mano de Coke Belda que pone el listón muy alto con una tema que parece firmado  por el mismísimo George Harrison  (de nuevo), su título “Hold me tight” el cual no me canso de escuchar una y otra vez. Cerrando este disco mis adorados The Reverberations con ese tema en deuda con lo mejor del sello Bomp titulado  “The Way I want you” que les sirvió para que algún pirado les editara su primer ep.  Este homenaje a las doce cuerdas es un trabajo que desprende pasión desde el momento en que cae en tus manos, basta con dar un repaso a las notas escritas por el bueno de Ernesto Pribata Idaho  y dejar sonar la increíble selección de canciones. Te aseguro que no hace falta más carta de presentación. (Oscarkotj-2016)

martes, 15 de noviembre de 2016

Jibaros

¿Oye los tambores? Son tambores de guerra, no se esconda, de nada servirá, están aquí y van a por usted, son Jíbaros y quieren su cabeza para reducir el más mínimo resquicio de tedio y mediocridad que almacene entre sus sesos; será mejor que se rinda. Y es que estos cuatro curtidos guerreros llevan multitud de batallas ganadas a sus espaldas, han formado parte de otras tribus aborígenes, cuya sola mención causa admiración y respeto a cualquiera que se sepa atar los zapatos. Cautivos y desarmados ante la amenaza jíbara, cuatro sellos españoles han claudicado y han firmado un tratado de paz con el cuarteto, plegándose a sus condiciones, que no son otras que publicar un disco que sirva para expandir su mensaje y llevar a cabo su ambicioso plan: hacerse con las cabezas de los incautos oyentes que piquen el señuelo y deslicen la aguja de sus tocadiscos por los surcos de este vinilo. Esos cuatro sellos son: KOTJ Records, Sweet Grooves Records, Hurrah! Música y Delia Records. Conozcamos ahora un poco más sobre estos Jíbaros y desvelemos el contenido de su mensaje. 

David Lorenzo (guitarra y voz), Al Moretti (guitarra y voz), Gabriel Cuesta (batería) y César Sánchez (bajo y voz) son los nombres que han elegido estos audaces salvajes para colarse en nuestra sociedad y sembrar el terror a base de rock'n'roll, power pop, glam, beat, new wave y otros ritmos tribales. Pasean silenciosamente por Madrid, aunque ya han conquistado varias ciudades españolas en las que han conseguido hacerse con un buen número de prisioneros. Su andadura musical comienza en octubre de 2015, fecha en la que se disuelve oficialmente Zombie Valentines, sin apenas tiempo de reacción, y cuando aún no nos habíamos repuesto de la noticia, emergen estos Jíbaros, dispuestos a comerse el mundo con su energía y sus canciones. Lo suyo es la guerra relámpago, y en menos de un año ya tienen grabado su primer LP; cuidado, la cosa va en serio. Ellos califican su sonido como rawk'n'roll y pop rabioso, una forma acertada de definir el veneno sonoro que quieren inocular a nuestra adormecida sociedad, una tarea que comenzaron décadas atrás otros indígenas como The Beatles, The Sonics, T-Rex, Buzzcocks, Redd Kross, Teenage Fanclub y muchos otros, y cuyo testigo recogen hoy estos Jíbaros. 

El primer corte del disco ya es una declaración de intenciones, "Los tiempos están cambiando", y es que no se puede permanecer impasible ante una canción que reza así: "Y si somos de otro tiempo, qué más da / Yo me quedo con los besos, con los discos y con el amor de verdad"; que se entere la Iglesia, éste es el texto del nuevo Padre Nuestro. A partir de ahí, se desencadena una lluvia de cantos ceremoniales que se instalarán para siempre en nuestras cabezas, comienzan a notarse los primeros síntomas del efecto Jíbaro: sonrisa imborrable, ánimo encendido y ganas de bailar; si ha llegado usted a este punto está perdido. El disco continúa con un pildorazo nuevaolero como "Menos que menos", la chulería rockera de "Quiero decirte algo", y un medio tiempo de herencia folkie, "Costa Oeste", con una armónica que sabe a ambrosía. Pero cuidado de nuevo, que se avecina otro himno: "Ella dirá que no", grábenla a fuego en su memoria, no creo que oigan nada mejor cantado en español a lo largo de este 2016; en el país de los Jíbaros no habrá reggaeton ni auto-tune y esta será la canción del verano. La hipnótica "Radio de acción" sirve para poner fin a la cara A del disco, un tema que podrían haber firmado perfectamente los Chesterfield Kings. Automáticamente, presas del influjo Jíbaro, damos la vuelta al disco y nos asalta el rock'n'roll callejero de "Ni un segundo aquí", un hit instantáneo con un estribillo melódico y ganador; Johnny Thunders mostró el camino y estos Jíbaros, miembros de su congregación, lo siguen a rajatabla, amén. Uno de los cortes más sixties del disco es "Todos mis miedos", que nos remite a los mejores grupos vocales de aquella década, poniendo en valor la infravalorada herencia que aquella legión de pioneros del pop español nos legó. Le sigue "Las chicas como tú", un arrebato de power pop y nueva ola en la mejor tradición del rey, Paul Collins, que da paso a "Chico listo", un rock'n'roll vacilón y pegadizo que sirve de antesala a uno de los mejores momentos del LP, la impecable versión del "Beat Your Heart Out" de los Zeros de Roberto López (aka El Vez). Todo lo que se diga de "Mi corazón" es poco, y es que cuando una versión está a punto de superar a la original (que a su vez es todo un clásico), las palabras se quedan cortas; a estas alturas ya habrá doblado usted la rodilla, querido oyente y se habrá entregado en cuerpo y alma a la causa Jíbara. Siéntese y descanse, para ello se ha reservado la última pista del disco, la agridulce "Contar mentiras", un potente medio tiempo que pone el punto y final a un disco perfecto. 


No diga que no le avisamos, hoy hemos revelado uno de los mejores secretos del rock'n'roll español, aquí y ahora hemos alertado a la ciudadanía de sus intenciones, todas ellas comprimidas en esta rodaja de vinilo que hace gala de unas musculosas guitarras y que exhibe unas armonías vocales exquisitas. ¿Cansado de que su cabeza sólo le sirva para llevar el sombrero? Compre el disco de debut de Jíbaros y deje que ellos reduzcan todo aquello que ocupa demasiado espacio en nuestra sesera y que no nos trae más que problemas; puede que el dinero no compre la felicidad, pero discos como el de Jíbaros nos acercan a ella, rotundamente. (Binguero - 2016)